viernes, 24 de febrero de 2012

INDAGACIONES SOBRE LA EVALUACIÓN

Durante la semana me comunique con algunos compañeros que considero docentes innovadores,  y dialogué con ellos sobre la evaluación,  mencionándose términos como: Proceso, aprendizaje, retroalimentación, comunicación, diálogo, explicación, análisis , diferencias, contexto, prerrequisitos, preconceptos, comprobación, diagnóstico, medición, instrumento, congruencia, formación, técnica, decisión, feedback… bueno y otras más que no recuerdo. Organizar todos estos conceptos para realizar procesos objetivos de evaluación es otro cuento; pero pareciera ser que todas las evaluaciones por bien elaboradas que sean  son inherentes a la subjetividad, tanto desde lo conceptual como  lo procedimental, y en muchas ocasiones las mediciones no  manifiestan realidades en los avances de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Pero bueno, darnos cuenta de esas verdades nos permite ponernos alertas y dinámicos frente a éstos procesos, donde los criterios de evaluación nacionales, regionales o institucionales no pueden limitar, coaccionar y momificar los procesos evaluativos, pues tanto el evaluador como el evaluado deben ser ingeniosos a la hora de comprobar la adquisición de un conocimiento.

Me llamó la atención el punto de vista de un docente de matemáticas que me expresa que los procesos son lo más importante para él; “la evolución que tiene un alumno frente al área en el que se desempeña, evaluado desde la actitud, el trabajo, la constancia y los avances  conceptuales propios de la materia, son fundamentales a la hora de evaluar”; pero como hablamos de sujetos, entonces la evaluación que es individual, también tendría que ser particular y no masiva.

Diferenciar el estudiante, calificar con el nombre y  la persona y no sólo con lo que está plasmado en una hoja o un resultado aparentemente frío y despersonalizado, la indicación y la corrección de los errores específicos para cada alumno es a veces difícil, debido a la cantidad de estudiantes en los cursos y la carga académica de cada docente, pero si no individualizamos los procesos, la subjetividad predominará sobre los procesos evaluativos.

1 comentario:

  1. Buenas noches Lino, en la mayoría de los casos como docentes tenemos claro el “ideal” que quisiéramos alcanzar con nuestros estudiantes, no solo en términos de evaluación, sino también en otros aspectos relacionados con el proceso de enseñanza y aprendizaje; desde lo conceptual y lo teórico podemos tener una claridad, sin embargo al llevarlos a la práctica la realidad nos puede atropellar. La escuela es un universo complejo en el que se tejen todo tipo de relaciones, influenciadas por decisiones políticas y por una situación social específica. En ella los tiempos, el número de estudiantes, la lucha por mantener el control y la disciplina en la clase, puede tomar la mayor parte del tiempo, dejando a un lado lo relacionado con el conocimiento y más aún la evaluación integral que quisiéramos para todos nuestros estudiantes, y que en ocasiones se puede ver como eso tan solo un “ideal”. A pesar de esto creo que el tan solo pensarlo y reconocerlo ya puede ser un primer paso para el cambio, y para pensar las tecnologías en este contexto y reflexionar sobre cómo estas podrían beneficiar o también por que no afectar estos procesos de evaluación.

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