lunes, 13 de febrero de 2012

MI EXPERIENCIA EN LOS AMBIENTES VIRTUALES

Mi  primera experiencia en los ambientes virtuales, me hace recordar una serie de preguntas: ¿Qué temática trataremos?, ¿en cuál tema soy más ágil? ¿Qué voy a aprender? ¿Cuáles son mis compañeros? ¿Qué recursos debo manejar?,  Pero bueno, iniciar un curso virtual como el DOCTIC me genera muchas otras preguntas, pues a veces me  siento sin un rumbo, aunque conozca el trayecto de actividades y siga las rutinas dadas.
Estamos acostumbrados a la educación unidireccional o bancaria, donde esperamos siempre el primer paso del docente para seguir y repetir sus indicaciones y tareas programadas sin  ninguna reflexión, pues así nos da cierta seguridad de que estamos realizando las cosas bien, pero ¿dónde queda la creatividad, la reflexión la generación de un nuevo conocimiento? Bueno, es claro que los ambientes de aprendizaje nos facilitan experiencias educativas innovadoras a través de la incorporación de nuevos elementos, que deben cambiar los esquemas tradicionales produciendo un cambio de actitud y de ideas, pero ¿puede más la costumbre? o nos podemos  adaptar fácilmente?
En mis primeras experiencias en los ambientes virtuales buscaba siempre los mecanismos que me recordaban esa educación unidireccional,  para ubicarme rápidamente en mi cotidianidad de aprendiz receptor, pero a medida que pasó el tiempo me di cuenta que el aprendizaje tenía otras facetas, ritmos, recursos, facilidades e interacciones que me enriquecían y me alimentaban. En algunas ocasiones perdía el hilo, pues los caminos eran extensos y variados y me tenía que ubicar de nuevo con el trayecto de actividades, pero en ese momento donde parecía perderme era donde reamente aprendía nuevas cosas y recursos, no era una pérdida de tiempo sino una inversión.
Iniciarme en la escritura no ha sido fácil, debido a mis formación como ingeniero, que me obligaba a ir directamente al grano, un poco escueto pero buscando siempre la objetividad, sin discusiones bizantinas ni rodeos; pero al leer a mis compañeros comprendí que a veces tapamos cosas importantes y creemos decir las más significativas. Pero ¿cómo escribir entonces?, pues no era tan difícil, solo era copiar lo que pensaba  y las ideas fluían entonces, así me equivocará en mi redacción, era más fácil errar que ni si quiera hacer el intento de plasmar mis pensamientos.
Siempre me ha gustado la tecnología y me parece que la existencia de estos instrumentos de comunicación e intercambio no garantiza ni determina una metodología ni un aprendizaje concreto ya que se requiere del proceso de construcción y de socialización donde los medios vienen a contribuir, pero no son decisivos para lograr los aprendizajes, cada propuesta de aplicación demanda de la participación activa, creativa y crítica de los agentes involucrados.
Antes de iniciar mis estudios de maestría utilizaba algunos recursos para complementar mis clases de física o química, desarrollando blogs o grupos en las redes sociales; pero después de un tiempo entendí que realizaba los mismo que en mis clases, transmitir unos conceptos unidireccionalmente sin ninguna retroalimentación, sin generar discusiones o reflexiones de aquellos que leían  esa información, eran recursos sin ninguna participación activa ni crítica y en algunas ocasiones sin ningún orden lógico que construyera procesos reales de enseñanza y aprendizaje.
Entonces comprendí que las TIC permiten diferentes formas de lectura no lineales en donde el sujeto va creando y recreando los contenidos en función de sus intereses, aptitudes y actitudes frente al objeto de estudio lo que le obliga a desarrollar habilidades del pensamiento distintas, ya que requiere apropiarse del conocimiento para aplicarlo a su práctica cotidiana reflejando lo que es la aplicación del aprendizaje significativo.

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